Brasil es un referente en el mundo de la creación. La fuerza del diseño, la arquitectura, la moda y el arte brasileños han hecho de este país un punto fundamental del panorama creativo internacional. Conocida como la "Cidade Maravilhosa", Río de Janeiro vio nacer a un as de la arquitectura contemporánea, Oscar Niemeyer, y aquí su magnífica obra juega de la forma más elegante con los clichés de la sensualidad brasileña, el pasado industrial de la urbe y un gran legado cultural.

Pero la ciudad carioca es mucho más y prueba de ello es que acaba de ser seleccionada como primera Capital Mundial de la Arquitectura en el año 2020. Un proyecto conjunto de la Unesco y de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) que busca llevar al nivel de las comunidades el necesario diálogo entre sostenibilidad y urbanismo.

La Casa Atlántica (2016), de Zaha Hadid, el primer edificio de viviendas construido en Brasil por el estudio de la arquitecta.

Como Capital Mundial de la Arquitectura, Río de Janeiro acogerá el Congreso Mundial de la UIA, que se celebra cada tres años, y se convertirá en un foro internacional de debate sobre desafíos globales actuales desde la perspectiva del patrimonio cultural, el urbanismo y la arquitectura.

La ciudad celebrará una serie de eventos bajo el lema Todos los mundos. Un solo mundo y promoverá el Objetivo 11 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: "Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles", señaló la Unesco en un comunicado.

El Ministerio de Educación y Salud, de Lucio Costa, se diseñó en 1945. Le Corbusier fue consultor de esta obra en Río de Janeiro.

“Río es una fusión admirable entre naturaleza y cultura, su arquitectura antigua y la moderna, resultado de una creación innovadora desde mediados del siglo XIX, lo que hace de ella un lugar de una belleza excepcional que ha merecido la admiración de numerosos autores, intelectuales y viajeros de todo el mundo”, señaló el subdirector general para Cultura de la Unesco, Ernesto Ottone, en una ceremonia en la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en París. Además, “es un ejemplo logrado de revitalización del centro histórico urbano, de un espacio público abierto a todos”, agregó sobre la selección de la ciudad brasileña, la tercera más grande de América Latina.