Ramón Esteve fundó su estudio en 1991 con el convencimiento de que la arquitectura era una disciplina global.

Ahora, destaca porque los profesionales que lo forman están conectados por la búsqueda de un objetivo común: generar respuestas creativas en nuestro entorno creando lugares, objetos y marcas singulares.“Creatividad es el resultado de imaginar, resolver y sorprender”, dice Ramón.

Pionero en sumarse a la iniciativa de conversar con los mejores profesionales a través de los Directos de nuestro Instagram, estas son sólo algunas de las cuestiones que se plantearon, pero hay más:

¿De dónde parte la idea de transversatilidad?

Todo parte desde la creatividad, la arquitectura, el diseño, la decoración… Yo me di cuenta de que, al final, aunque soy arquitecto, en mis proyectos diseñaba la mayoría de los elementos.

De esta manera, como Alexander Fleming que consiguió los efectos antibióticos de la penicilina buscando otras fórmulas, acabé creando mobiliario exterior, por ejemplo, y descubrimos un hueco.

¿Qué valor le das a la experiencia?

Muy alto. Al deambular por las diferentes disciplinas, surge la idea de la conexión, que tanto me interesa.

¿Qué te aporta la enseñanza a tu trabajo?

Me encanta, últimamente la he tenido que a abandonar por los múltiples viajes pero, a pesar de que suena a tópico, he aprendido mucho y lo echo de menos. Los alumnos plantean dudas que, a veces, ni me he cuestionado. Aún así, aún colaboro con dos másters.

¿Tienes referentes?

He aprendido arquitectura y diseño, estudiando arquitectura y diseño. Me explico, cuanto más conocimiento tengas de lo que se hacía antes de que tu estuvieras en la materia, mejor. Sobretodo para no repetirse.

Por otro lado, de la arquitectura popular y la anónima, que dice mucho de la cultura. Los utensilios del campo tienen un diseño brutal y cambian según la zona.

Y los grandes maestros del s.XX. Siguiendo a Mies o Le Corbusier no te equivocas.

Pero hay que combinar el conocimiento académico con las propuestas actuales. Igualmente, añadiría que el pan recién horneado puede sentar mal, hay que dejarlo reposar.

Y lo que comentábamos de la transversatilidad: el arte, el cine…

¿Qué aconsejarías a alguien que empieza?

Pasión y el eterno pensamiento de que cualquier oportunidad es buena. A veces, la Gran Oportunidad es la suma de pequeñas oportunidades. Es muy difícil que a alguien no le surja ni una.

¿Tu arquitecto favorito?

Va por temporadas. Por supuesto, los grandes: Wright, Lewerentz, Le Corbusier, Zumthor… Diría que la buena arquitectura me interesa toda. Sin embargo, luego hay que hacer la propia lectura, leer entre líneas. Yo intento que mi arquitectura no tenga referencias claras. Si tengo que decir solo uno, más por sus reflexiones que por sus formas: Louis Kahn.

Puedes ver la charla completa aquí.