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Torre Shanghai del estudio Gensler

Con sus 632 metros, la torre Shanghai, del estudio Gensler, es el segundo edificio más alto del mundo después del Burj Khalifa de Dubai. Su diseño reduce la carga de viento un 24%, ahorrando así 58 millones de dólares en material estructural

Turning Torso en Malmö, Suecia (2005) de Santiago Calatrava

Obra de Santiago Calatrava, la Turning Torso en Malmö, Suecia (2005) está considerado el primer rascacielos de estas características. Sus 190 metros lo convierten en el segundo edificio residencial más alto de Europa

Torre Cayan en Dubai, de SOM (2006)
SOM

Los 307 metros de algura y 90 grados de giro de la torre Cayan en Dubai, de SOM (2006), proporcionan a sus habitantes magníficas vistas de la cercana marina, a la vez que reducen la incidencia solar y el gasto en climatización

Avaz Twist Tower de Faruk Kapidžić

Finalizada en 2008, la Avaz Twist Tower, del arquitecto Faruk Kapidžić, ha cambiado radicalmente el skyline de Sarajevo (Bosnia Herzegovina) con sus 176 metros de altura

Mode Gakuen Spiral Towers de  Nikken Sekkei (2008)

La Mode Gakuen Spiral Towers, en la ciudad japonesa de Nagoya, obra del arquitecto Nikken Sekkei (2008), está formada por tres "cintas" que envuelven el núcleo central, de 170 metros de altura

Absolute World Towers de Mississauga (Canadá), de MAD Architects

Las Absolute World Towers de Mississauga (Canadá), de MAD Architects, han sido bautizadas por la gente del lugar como las "torres Marilyn Monroe" por sus curvas sinuosas. Completadas en 2012, tienen 176 metros de altura

Evolution Tower en el distrito financiero de Moscú, obra del estudio RMJM y el artista escocés Karen Forbes

La cinta blanca que contornea la Evolution Tower en el distrito financiero de Moscú, obra del estudio RMJM y el artista escocés Karen Forbes (2015, 246 metros), forma en la cúspide un signo infinito, una referencia directa a la evolución humana

Torre F&F en Ciudad de Panamá, del estudio Pinzón Lozano & Asociados (2012)
Alexander Shafir

La torre F&F en Ciudad de Panamá, del estudio Pinzón Lozano & Asociados (2012), ostenta el récord del giro más cerrado: cada una de sus 53 plantas rota 5,9 grados

The Chicago Spire, de Santiago Calatrava

Tras el fracasado proyecto The Chicago Spire, de Santiago Calatrava, cuya construcción se paralizó en 2008 por la crisis económica, las torres Grove at Grand Bay de BIG Architects, que están a punto de culminarse en Miami, serán los primeros rascacielos giratorios de Estados Unidos

Torre Tao Zhu Ying Yuan en Taipei (Taiwan), de Vincent Callebaut Architectures

El diseño de la torre Tao Zhu Ying Yuan en Taipei (Taiwan), de Vincent Callebaut Architectures, se inspira en la estructura de doble hélice del ADN humano. De 93 metros, su finalización está prevista en 2016

Torre Generali en Milán, de 185 metros, obra del estudio de Zaha Hadid. Plan CityLife para transformar el antiguo sitio de la Feria Internacional de Milán

En 2017 concluirá la construcción de la torre Generali en Milán, de 185 metros, obra del estudio de Zaha Hadid. Junto a otros dos rascacielos forma parte del plan CityLife para transformar el antiguo sitio de la Feria Internacional de Milán

Diamond Tower, en Jeddah (Arabia Saudita)

Cuando se acabe, presumiblemente en 2019, la Diamond Tower, en Jeddah (Arabia Saudita) alcanzará los 432 metros y será el edificio que más girará sobre su eje: 360 grados, o lo que es lo mismo, una vuelta completa

Desde que en 2005 se inaugurara el que está considerado el primer edificio de este tipo, la Turning Torso de Santiago Calatrava en Malmö (Suecia), la lista de rascacielos giratorios no ha parado de crecer. El último en llegar ha sido la Shanghai Tower, que con sus 632 metros de altura se ha convertido en el segundo edificio más alto del mundo, solo superado por el Burj Khalifa de Dubái.

Un reciente informe del prestigioso Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano de Chicago (CTBUH por sus siglas inglesas) ha identificado 15 rascacielos de este tipo –esto es, edificios de más de 90 metros de altura cuyas plantas giran sobre el eje central a medida que ascienden– ya construidos, y otros 13 en proceso de construcción. Los más espectaculares y elevados se sitúan en Asia –con China a la cabeza– y las prósperas monarquías petroleras del Golfo Pérsico, pero la fiebre se extiende por todo el globo: siete de los 28 proyectos son americanos, y cinco, europeos.

Esta tendencia imparable está motivada por varios factores, según el informe. Las nuevas tecnologías permiten actualmente diseñar y construir en tiempo récord y a precios relativamente competitivos estructuras más dinámicas y atrevidas que combinan ligereza y mayor resistencia a las fuerzas físicas, especialmente los temblores sísmicos y los fuertes vientos. El resultado es una asombrosa variedad de texturas, ángulos de visión y efectos de onda que dotan a estos edificios de un carácter icónico.

Pero más allá del mero alarde estético –su silueta sin duda destaca contra el anodino fondo de las torres rectilíneas convencionales–, los rascacielos giratorios responden también a la búsqueda de una arquitectura más sostenible y energéticamente eficiente: en su movimiento de rotación, la fachada resulta más aerodinámica y logra reducir las cargas del viento, por lo que se requiere menos material estructural. Por otro lado, al generar más opciones para el emplazamiento de las ventanas, se puede reducir el consumo energético del edificio controlando mejor la insolación y las zonas de sombras.